sábado, 21 de febrero de 2009

LA X EN LA FRENTE
Moisés MOLINA
LÓPEZ OBRADOR: OAXAQUEÑO POR ADOPCIÓN.
Así lo consideran quienes idearon y pidieron, casi suplicaron –dicen- al tabasqueño por nacimiento, hacer de Oaxaca su lugar de residencia los tres últimos meses del año. Así lo soltó en entrevista publicada en un diario de la capital de país. Que viene a visitar los municipios de usos y costumbres, que viene a descansar. Se le puede creer lo primero, en torno a lo segundo ronda un enjambre de dudas. No bien salgamos de la elección de diputados federales, Oaxaca habrá de encarar el proceso para elegir a su próximo gobernador. El peculiar entorno político configurado este sexenio y las nuevas reglas electorales, sobre todo en materia de precampañas harán que 2010 comience anticipadamente en 2009. Al menos así será para el popular señor López. Pero ¿por qué elegir a Oaxaca para sus “vacaciones? Conocemos y de sobra los oaxaqueños, los atractivos que seducen al turista nacional y extranjero, pero ¿Vendría usted –amable lector- siendo figura pública de la política, a descansar a una entidad gobernada por un abierto adversario? ¿Elegiría para tal fin un estado donde su propio partido político no lo quiere? Parece que la cercana relación de Gabino Cué con nuestro turista, es solo superada por la común aspiración - obsesión para muchos- de ser gobernador uno y presidente el otro. Ojalá López Obrador viniera a pasear, a conocer las maravillas del estado en su capital y en sus regiones. Sería hasta benéfico para los Oaxaqueños. Podría considerársele como un atractivo más para el turismo político. Como una de esas rarezas itinerantes que la gente acude a ver para saciar el morbo. Andrés Manuel con cada ocurrencia como esta, se aleja de la política y se aproxima a la farándula. Si viene a turistear que venga, para que haga venir a su gente a dar dinamismo a nuestra economía, que falta le hace; que atraiga a más turistas pero de esos que traen consigo derrama económica, no de los que “mochila” al hombro, es más lo que nos quitan. Pero no. Nuestro híbrido partidista no viene a descansar, viene a hacer campaña para Gabino y de paso para él; para sepultar al PRD local y fortalecer, si conservan el registro después de la elección de julio próximo, a Convergencia y PT, urgidos de presencia. Quien esto escribe, no se explica, porqué tanto amor repentino por una entidad cuya violencia apadrinó en 2006. Por qué venir a un estado que quiso destruir. Seguramente viene pensando en altos índices de simpatía en Oaxaca. Probablemente piense en que ganará la presidencia comenzando con sus incondicionales en las gubernaturas de los estados. Quizás considera que Oaxaca puede ser el inicio de su victoria, desde la pobreza de nuestros municipios de usos y costumbres. Hay que decirle al sr. López, que revise sus encuestas o que encargue otras. Sigue siendo popular (en buena cuantía gracias a los medios y de entre ellos, los electrónicos) pero la popularidad no conlleva la aceptación. Y hay en Oaxaca mucha gente agraviada por él y todo lo que representa. Cierto es que hay polarización política en la entidad. Pero no toda la gente está polarizada. Hay quienes defienden decididamente a su gobierno, a su gobernador y al PRI y hay también quienes con el mismo fervor piden a gritos la caída del primero, la salida del segundo y la derrota del tercero. Pero también existen - y son la inmensa mayoría- quienes al margen de la política, sin filias ni fobias partidistas, quieren trabajo y paz para sus familias, sobre todo para las nuevas generaciones. De ellos habrá de ser el reclamo más fuerte cuando Obrador comience a hacer “grilla” vacacional, cuando empiece a invocar a su APPO, cuando comience a subir el tono de sus atropelladas y chillantes arengas … cuando comience a llamar a una guerra electoral que, desgraciadamente, afecta otros ámbitos de la vida cotidiana. Mala consejera es la obcecación por el poder, más aún si el consejo de vacacionar conlleva una oculta intención.

moisesmolinar@hotmail.com