LA X EN LA FRENTE
Moisés MOLINA
DE LA METAFÍSICA A LA DIALÉCTICA PRIÍSTA
“El que dice metafísica dice inmovilidad;
El que dice dialéctica dice movimiento”
G. Politzer.
Comenzaré estos juicios –amable lector- ofreciendo a usted una disculpa si lo tratado en este espacio ha resultado en su opinión redundante o carente de interés. Mi insistencia en el tratamiento de los temas del PRI local en este momento histórico de crisis y refundación, obedece a la necesidad de mantener informada con objetividad a la ciudadanía crítica. Alta relevancia tiene el PRI en nuestro sistema político institucional oaxaqueño e inversamente proporcional es la información que, en cantidad y calidad, se ofrece del proceso que atraviesa.
Me mueve una premisa: La salud del sistema político depende, en determinante medida, de la
fortaleza de su sistema de partidos.
Con mucha razón se nos ha llamado DISIDENTES a quienes hemos decidido responsable y conscientemente objetar la legitimidad del comité del diputado Eviel Pérez Magaña. Estimo sin embargo que con la misma propiedad se debe llamar al comité de Santa Rosa, Comité Disidente Estatal. Ambos somos disidentes, sólo que en diferente sentido.
“Separarse de la común doctrina, creencia o conducta”, es la definición que del verbo disidir nos regala el Diccionario de la Real Academia.
Ellos disiden de la “común doctrina” que no yace en otro lugar que en nuestros documentos básicos y al interior de ellos, en nuestra Declaración de Principios que sentencia gravemente:
“Amparados en aspiraciones éticas y en la lucha por la igualdad , que proviene de tener todos las mismas libertades y oportunidades … declaramos ser un partido responsable y preparado… Asumimos con responsabilidad la plena congruencia entre nuestros documentos básicos y la práctica política partidaria como un ejercicio ético fundamental” (Documentos Básico PRI. Declaración de Principios. Comité Nacional Editorial y de Divulgación. Marzo 2011).
Nosotros disidimos de la “común creencia” y de la “común conducta”. De la común creencia que se traduce en la común práctica de que el PRI que decide debe ser siempre un grupo cerrado; de la línea; de la asignación de candidaturas bajo criterios económicos o amistosos, por decir lo menos; del tratamiento de la militancia como rebaño; de la inobservancia sistemática de los procedimientos estatutarios; del incumplimiento a la palabra empeñada; y del deprecio por la capacitación y el desarrollo político que, a pesar de contar con priístas de encomiable trayectoria y vocación en su conducción, han chocado con el muro de la indiferencia directiva.
Arturo Osornio, delegado nacional, habló esta semana del relevo generacional y lo dijo claro. Hay que acercar nuevos militantes jóvenes al PRI. Es por ello que comienzan a trabajar desde ya en Oaxaca asociaciones de la sociedad civil para incorporar al trabajo político a las nuevas generaciones que en su mayoría sienten nausea, alérgicos a los partidos políticos.
Disidentes doctrinarios y disidentes pragmáticos somos quienes habremos de sintetizar este momento de la dialéctica priísta, para ir juntos (aún no sabemos si revueltos) al 2012.
Que no haya duda. 2012 es la gran coincidencia en el desencuentro de visiones y las visiones no dejan de ser cupulares. Quienes queremos devolver sentido a la militancia en los distritos y los municipios seguiremos recorriéndolos. Evielistas, renovadores, franquistas, martinistas, fitistas, fragüistasheliodoristas y corpusistas irán con nuestro mayor activo, las voluntades libres, a ganar el 2012. La elección de un nuevo Comité Directivo Estatal jurídica y políticamente legitimado seguramente vendrá en 2012 con paciencia, presencia y prudencia.
Arturo Osornio habría llevadoeste fin de semana su “primer reporte”. Según la reacción mexiquense será el comportamiento de nuestro delegado esta semana crucial para el futuro inmediato del tricolor.
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