sábado, 13 de julio de 2013

¿JUICIO POLÍTICO A ALBERTO ALONSO CRIOLLO?

Nunca como ahora se había exhibido tanta incapacidad en los más inmediatos encargados de llevar a buen puerto la organización de las elecciones 2013: los consejeros electorales distritales y municipales que, con honrosas excepciones, han hecho de prácticamente todas las etapas del proceso electoral un viacrucis para sus jefes, en especial para el consejero presidente del IEEPCO.


Cuestionamos en este mismo espacio el pasado 24 de junio, la manera en cómo dichos consejos habrían sido integrados bajo cualquier tipo de criterios, menos los que debía prevalecer en un asunto tan delicado como la operatividad de la elección: el académico y el de la experiencia.


A la distancia vemos que las resultantes no solo fueron el deficiente reclutamiento y pobre capacitación brindada a los funcionarios de casilla. Los problemas no se acabaron con la jornada electoral; vinieron errores en los escrutinios de casilla y en los cómputos distritales, que ahora tienen al Maestro Alberto Alonso Criollo amenazado con un Juicio Político por aquellos mismos que lo eligieron para presidir el consejo general del Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca: los diputados.


Un imperdonable error (no quiero pensar que haya sido conducta dolosa) de la presidenta del Consejo Municipal Electoral de Oaxaca de Juárez provocó un enredo político y al final la ira de los legisladores aliados del candidato perdedor Francisco Reyes.


Le platico –amable lector-. Paseando por el famoso twitter (a donde les invito a seguirme en @MoisesMolina) me encontré la noche del jueves pasado un mensaje de la diputada local Marlene Aldeco que no se podía interpretar en tal tono, más que como una amenaza con destino a ser cumplida. Era el siguiente: “Debido a la actitud omisa, negligente y cómplice de
Alonso Criollo, con Flavio Sosa y Pável López solicitaremos (sic) juicio político”


Flavio Sosa, Pavel López y ella estarían iniciando inéditamente en el Oaxaca de los últimos tiempos un Juicio Político.


¿Pero qué es un Juicio Político? ¿Procede contra Alberto Alonso? ¿Cuáles serían sus consecuencias? ¿Debemos apoyar a nuestros diputados en esta solicitud?


Comenzaré diciendo que, dimensionándolo a la realidad oaxaqueña, un Juicio político es un procedimiento jurisdiccional iniciado a partir de una denuncia que puede formular cualquier ciudadano, cuya instrumentación ha sido encomendada al poder legislativo y que tiene por objeto la investigación de las conductas de los servidores públicos de alta jerarquía a que se refiere el artículo 117 de la Constitución local, a efecto de determinar la responsabilidad política puesta de manifiesto en dichas conductas y aplicar las sanciones correspondientes.


¿Está el cargo que ostenta Alberto Alonso está en el breve catálogo del 117 constitucional local? Si


¿Procede el Juicio Político contra él? Si lo solicitan tres diputados, seguramente se iniciará el procedimiento, pero


¿Qué se necesita para que se le impongan las sanciones? El voto de las dos terceras partes de los diputados.
Para que Alberto Alonso sea separado de su cargo (destitución) dice la ley y, en su caso, inhabilitado, se necesita la votación de 28 de los 42 diputados locales.


Usted probablemente no entienda la voluntad caprichosa de nuestros legisladores, quizás no le haga lógica pensar que hoy estén buscando su destitución, los mismos que lo eligieron con su voto para ser consejero presidente del IEEPCO hace no mucho tiempo.


Nuestros diputados, a diferencia de su lógica –amable lector-, siempre están pensando en elecciones y su condición constitucionalmente privilegiada, les permite llevar no solo a tribuna, sino a comisiones, este tipo de ocurrencias nacidas del despecho electoral. Ojalá con la misma presteza anunciaran el descongelamiento de un buen número de iniciativas que no tienen para cuando.


El desempeño de Alberto Alonso, que es solo una pieza (la más importante, sí) pero solo una, en el engranaje del IEEPCO, debía ser ponderado en circunstancias diferentes, no al calor de la exaltación electoral. En todo caso, ¿Por qué no piden juicio político también contra el Director, el Secretario General y los Consejeros Electorales del mismo Instituto Estatal Electoral? También los considera el 117 de nuestra constitución local.


¿Qué aducirán los diputados en su solicitud de juicio? Cualquier cosa que sus asesores hagan cuadrar con lo que la ley pide. Será cosa de trámite. Pero dado lo que pudimos leer en el apasionado tweet de la diputada Aldeco, les adelanto que por “actitud” no puede ser enjuiciado políticamente, nadie. Pero será fácil justificar lo que la ley pide para que Alonso sea imputado: que “en ejercicio de sus funciones incurra en actos u omisiones que redunden en perjuicio de los intereses públicos fundamentales o de su buen despacho”, cualquier cosa que esto pudiera significar.


¿Qué pasó realmente? ¿Qué desató la ira de los diputados aficionados al derecho electoral, al exceso del twitteo fácil, irresponsable y descuidado? La confusión que la susodicha presidenta del Consejo Municipal Electoral de Oaxaca de Juárez, desató con su impericia o mala fe.


Nuestro CIPPEO ordena que cuando la diferencia de votación entre el candidato ganador y el que le sigue, sea menor o igual al 1%, se puede A PETICIÓN DE PARTE, proceder al famoso recuento de votos. El PREP arrojaba una diferencia del 1.04% entre Javier Villacaña y Francisco Reyes, diferencia que difícilmente iba a cambiar en lo que procedía. ¿Qué procedía? Hacer el cómputo de LAS ACTAS en el consejo municipal, tal como lo marca el “librito”. Y una vez hecho el cómputo, proceder, A PETICIÓN DE PARTE, a la apertura de los PAQUETES ELECTORALES y al recuento de los votos.


A la presidenta se le hizo fácil ceder a la presión o a la ignorancia (o ambas) de los coalicionistas y se dispuso, hasta donde se informó, a recontar los votos antes de hacer el cómputo de las actas, cuando la ley es clara, muy clara en ese sentido y no se tenía siquiera que interpretar.


Eso tiene ahora, al menos a tres diputados, contra el presidente del IEEPCO. El meollo del asunto está en discernir si Alonso Criollo merece o no el mentado Juicio Político.


Siguiendo a Raúl F. Cárdenas diremos en forma breve y llana que el objeto del Juicio Político es destituir de su cargo a quienes han hecho mal uso del mismo. ¿Ha hecho Alonso mal uso del suyo?


La ciudadanía pasa por la opinión informada y esta, a su vez, pasa por el conocimiento de nuestras leyes. Formarse un juicio y opinar sin conocer la ley, ha sido génesis de muchos de nuestros desencuentros como comunidad política. Con el conocimiento puntual de la ley electoral, el juicio podría ser más objetivo y menos apasionado.


Lo cierto es que Alberto Alonso estará, de persistir el mismo ánimo de Aldeco, López y Sosa, a merced de los diputados cuya decisión final será “inatacable”. Afortunadamente para Criollo y desafortunadamente para el estado de derecho, de mantenerse el triunfo de Javier Villacaña, en automático, los legisladores del PRI y sus aliados -al menos- deberían estar, hipotéticamente, votando en contra del juicio político. Faltará además ver qué diga el todopoderoso en el congreso: el Gobernador del estado.


moisesmolinar@hotmail.com
Twitter @MoisesMolina 

miércoles, 10 de julio de 2013

SI NO VOTÓ, NO SE QUEJE.

Al cierre de esta entrega, se había computado poco más del 80 por ciento de los votos en los consejos distritales de Oaxaca para la elección de diputados por mayoría relativa. Ixtlán, Tlacolula de Matamoros, Ciudad Ixtepec, Santo Domingo Tehuantepec, Miahuatlán de Porfirio Díaz, San Pedro Pochutla, San Pedro Mixtepec, Pinotepa Nacional, Putla Villa de Guerrero, Heroica Ciudad de Tlaxiaco, Heroica Ciudad de Huajuapan, Nochixtlán, Ocotlán, Juchitán, Matías Romero y Acatlán de Pérez Figueroa son los distritos locales electorales donde se habían contado los votos ya en su totalidad e imperó la tendencia arrojada por el PREP, quedando pendientes para mañana 11 de julio los cómputos de los votos para presidentes municipales.


Una de las consecuencias de la crisis de nuestro sistema electoral será sin duda la judicialización de las elecciones.
No se debía ganar en los tribunales lo que no se ganó con contundencia en las urnas. Es mi punto de vista.


Dos distritos (Miahuatlán y Pinotepa) tienen garantizado el pleito en tribunales de pronóstico reservado; y no menos municipios serán los que corran la misma suerte.


El 53 por ciento de participación ciudadana no es una cifra que se deba festinar. Acostumbrados como ya estamos al relativismo, dichos números parecen un triunfo, pero el hecho de que casi la mitad de los ciudadanos inscritos en la lista nominal y con credencial para votar en el bolsillo no hayan ido a las urnas es preocupante, aunque se trate de una elección intermedia. Ninguna elección debía tener tal nivel de abstencionismo, menos cuando la “supuesta” elección intermedia ya no es tan intermedia como antaño. Antes se elegían diputados locales en una jornada y presidentes municipales en la otra. Ahora las dos concurren y son elecciones para estos últimos cargos las que más sacan a votar a la gente.


Manuel León y Paloma Fuentes, dos jóvenes limpia y sinceramente comprometidos y con la camiseta del IEEPCO bien puesta me daban sus válidas razones para que los órganos electorales locales prevalecieran ante la propuesta que circula de crear un Instituto Nacional de Elecciones que asuma (no centralice) las funciones del IFE y de los propios Institutos Locales, sobre todo en estados como Oaxaca con fuerte presencia indígena y consecuentemente de Usos y Costumbres, hoy llamados Sistemas Normativos Internos, por nuestra ley local.


La búsqueda de culpables (mucho menos la individualización de las culpas), no resuelve este gran problema; pero tampoco la evasión de responsabilidades. Al final es un asunto de cultura que pasa por todos.


La realidad es que fue una elección de movilización, de acarreo, pues. En un desolador escenario de escasa participación, ganaron quien movilizó más y mejor. De ese 53% que fue a votar, ¿cuántos lo hicieron sin que mediara invitación, acarreo, movilización o motivación de parte del equipo de algún candidato? Yo creo que muy pocos. La mayoría fue a votar por compromiso; porque es voto duro, porque algo le dieron o porque hay amistad. Pocos fueron en cumplimiento a la obligación cívica.


Se supone que en un escenario de abstencionismo el más beneficiado es el PRI. ¿Qué pasó entonces? Pasó que los priístas no hicieron bien la tarea. El rumor creciente de la simulación al interior de las estructuras electorales del tricolor cobra cada vez más visos de verdad. El electorado que siempre vota, se ha hecho tramposo, cada vez inmune al compromiso. La fidelidad al partido o al candidato es un recurso cada vez menos abundante (después diremos: cada vez más escaso).


La oposición al PRI aún no perfecciona sus estrategias de movilización y en el PRI se está perdiendo pericia al hacerlo. Grande es, sin embargo, el mérito de los candidatos priistas ganadores y de sus equipos. Hay que reconocérselos. Ganaron su elección defendiendo las siglas de un partido que por el momento no existe en Oaxaca. Sus dirigentes son diputados locales desde antes de iniciar las campañas y por ello fueron los primeros simuladores. El trabajo de campaña se redujo, para ellos, en posar para las fotos de algunos eventos, incluso de quienes ingenuamente estaban siendo llevados al matadero. Tan kafkiano es Oaxaca que no conformes, con esto, sus contrapartes candidatos triunfantes llevarán a estos mismos dirigentes (que una vez diputados, no querrán dejar de ser dirigentes) a coordinar la bancada priista en el congreso, cuando un criterio natural sería, hacer coordinador de la fracción a quien hubiese obtenido más decorosamente el triunfo en su distrito o a alguien que, al menos, haya competido.


Este proceso electoral fue, en el mejor sentido que se le pueda dar al término, mediocre. Del porcentaje de participación ciudadana en cada distrito y municipio ¿con cuanto ganó cada diputado y presidente municipal? En promedio con el 40% de ese 50% que fue a las urnas. En términos absolutos cada diputado y cada presidente municipal estarán representando al 30% del electorado, a 3 de cada 10 ciudadanos mayores de 18 años con credencial para votar.


Queda mucho por hacer en este desolador panorama, pero, en lo dicho: Si usted –amable lector- no votó, no se queje.


moisesmolinar@hotmail.com
Twitter: @MoisesMolina