sábado, 27 de febrero de 2010

LA X EN LA FRENTE
Moisés MOLINA
LA MÍSTICA DE LOS PRIÍSTAS
“Todo el PRI, todo el tiempo
Y en todas partes”
Luis Donaldo Colosio
No se equivoca quien dice que el PRI es el partido que con más intensidad y pasión vive sus procesos internos. La convención que el 31 de marzo elegirá a su candidato a gobernador lleva tras de sí una cauda de participación en que ningún priísta quiere quedarse fuera. Las asambleas para votar a sus delegados despiertan en el priísmo oaxaqueño esa mística de la que hablaba Carlos Alberto Madrazo y que alcanza su clímax en los procesos electorales. Hay quienes encuentran en el término “corporativismo” la explicación de la estructura organizacional del tricolor. Sin sus sectores, organizaciones, movimiento y organismos especializados sería difícil concebir al partido histórico de México. La CNC, la CNOP y la CTM como sectores; el Organismo de Mujeres Priístas y el Frente Juvenil Revolucionario, como organizaciones; el Movimiento Territorial; y el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político A.C y la Fundación Colosio A.C como organismos especializados, hacen del PRI un partido sui generis. Es por ello que, en opinión de muchos, su estructuración y sus documentos básicos hacen del PRI como institución, más allá de las personas, el mejor partido político de México. Son sus sectores, organizaciones y movimiento los que entre el 24 y el 27 de febrero realizaron sendas asambleas para elegir delegados a la convención del último día de marzo. Todos quieren estar, nadie quiere quedarse fuera de la gran fiesta. Serán, incluidos los electos en asambleas territoriales, 2606 delegados que habrán de participar para ungir al “hombre fuerte”, a quien llevará las riendas de la campaña constitucional, a quien llevará la representación de la militancia para volver a ganar el gobierno. Los fines de los partidos políticos son alcanzar, mantener o recuperar el poder; y el PRI quiere retenerlo. Es un proceso interno lleno de efervescencia, que despierta pasiones, que hace que la gente se emocione y grite, como en ningún otro partido. En las asambleas todos se vuelven uno, se interconectan, establecen una especie de sinergia que les hace sentirse parte de algo importante. Los procesos internos del PRI son algo más que el cumplimiento de un frio requisito legal; son la ocasión para sembrar de nuevo el asombro en el politólogo, que se pregunta ¿Qué es lo que hace que la gente abrace con tal emoción su papel entre cientos? Serán más de dos millares los protagonistas. Cada uno quiere ser parte de la candidatura. Por eso el candidato sale fortalecido. Ya no es su sola voluntad y la de su equipo de precampaña, son las voluntades de todos los priístas las que él condensa y le dan fortaleza, lo preparan para ir a esa guerra sin sangre. El viernes pasado mucho me honró presidir, a invitación de Aarón Juárez, presidente del Frente Juvenil Revolucionario, la asamblea para elegir a nuestros delegados. Jóvenes de todas las regiones de Oaxaca se dieron cita en un cónclave donde nosotros mismos dirigimos los trabajos. A eso precisamente me refiero cuando digo que juventud no es sinónimo de inexperiencia ni de irresponsabilidad. A la par de las asambleas restantes, los jóvenes respondimos con creces y fuimos capaces de resolver la parte del proceso interno que nos correspondió. Los tiempos han cambiado y ahora el de juventud, será un tema obligado en la precampaña y en la campaña. Logramos, los jóvenes priístas la inclusión de un apartado exclusivo, que no teníamos, en la plataforma electoral que, como digo, será “la biblia” del candidato. El PRI tiene ya líneas generales para entablar compromisos concretos no solo por parte de nuestro candidato mayor, sino también de aquellos que competirán por una curul o una presidencia municipal. Hay que volverlo a escribir: el 40% del padrón electoral es de jóvenes y era obligación de los propios jóvenes priístas cuidar que nuestro candidato tuviera las herramientas para convencer, seducir y arrastrar a las urnas a esta franja poblacional a la que los gobiernos y las legislaturas han quedado a deber. Hoy existe una esperanza renovada, pero lo más importante: un ejército joven de vigías está esperando el inicio de la campaña para tutelar celosamente el legítimo derecho que la juventud tiene de ser escuchada y tomada en cuenta.
moisesmolinar@hotmail.com