martes, 6 de septiembre de 2011

UNIDAD EN LA DIVERSIDAD

LA X EN LA FRENTE
Moisés MOLINA
UNIDAD EN LA DIVERSIDAD
Disculpará usted, amable lector, el abuso de este espacio para el tratamiento casi exclusivo de los temas del PRI oaxaqueño durante las últimas semanas, pero considero una obligación impostergable compartir con quienes me leen, los asuntos de la vida interna de una institución que, fieles a la naturaleza constitucional de la misma, deben ser públicos.
Y es que la transparencia como principio rector de todos nuestros procesos de democracia interna sigue siendo letra poco menos que muerta. Cuanto suceda en el PRI particularmente, no afecta sólo a los priístas. Quiérase o no el tricolor sigue siendo la institución partidista más sobresaliente en nuestro sistema político local por su peso específico en los procesos electorales y aún fuera de ellos.
Lo que suceda en el PRI en algún modo le sucede a nuestro estado y ante un gobierno de coalición necesitamos un sistema de partidos fuerte que cumpla su función de aportar estabilidad política con sujeción a las leyes.
Ante el proceso en curso de elección de Consejeros Políticos Nacionales quedan claras dos cosas:
1.- Quienes detentan la dirigencia continúan actuando como si aún fuésemos gobierno; y
2.- Las instancias jurisdiccionales (en el caso que nos ocupa, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación) tienen injerencia real ante pretensiones contrarias, vía COFIPE y Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral.
El asunto ya llegó a la sala superior del TEPJF y los arreglos domésticos han quedado, por el momento rebasados. No es necedad ni afán irreflexivo de ir contra el status quo. El PRI oaxaqueño ha roto las inercias disciplinantes y ha cobrado nueva vida. Afirmar lo contrario sería egoísta. Ciertas corrientes al interior del PRI, desempolvan los documentos básicos y escudriñan ya en las normas de derecho público y específicamente el electoral. En el PRI se está dejando de simular. Sin el respaldo del gobernante en turno tenemos los priístas la obligación inexcusable de la refundación para volver a ser opción de gobierno.
Si se me pidiera adjetivar el actual estado de la dinámica partidista dentro del PRI, diría que es de unidad en la diversidad. Y aquí cobra especial relevancia y real dimensión una palabra tan llevada y traída que salta del discurso a la realidad y que con la fuerza de la razón terminará por imponerse: la tolerancia.
Francesco Ruffini en el primer artículo del Estatuto Albertino la refería como “una admirable virtud privada” y Robert Paul Wolff como “una virtud de la democracia pluralista moderna”. En torno a ambas consideraciones debemos hacer un voto de reflexión.
Para hacer que este momento tan delicado, por el que atraviesa el PRI oaxaqueño, transcurra lo más rápido posible necesitamos los priístas serenidad, como quería el teólogo y politólogo estadounidense Reinhold Niebuhr: serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, valor para aceptar las cosas que podemos cambiar y sabiduría para conocer la diferencia.
Cuando tengamos esto libremente claro los insultos, las descalificaciones, la denostación y la diatriba estarán por demás. La política explica las relaciones humanas en tanto sociales, no personales y debemos – querido maestro- atar nuestras palabras al mástil de nuestro buen juicio, independientemente de la edad y la condición.
El pasado 24 de agosto fue admitido por la sala superior del TEPJF el escrito de promoción del Juicio de Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano (JDC) presentado por los integrantes de la planilla de candidatos a consejeros políticos nacionales que no fue admitida el pasado 19 de agosto, como lo comenté en mi entrega anterior. El asunto está ahora en el escritorio del Magistrado Manuel González Oropesa y lo que suceda en adelante está en manos del la justicia; cuanto determine en su resolución será verdad jurídica, nos guste o no y tendrá que acatarse.
Me han preguntado si hay todavía lugar a la autocomposición. La verdad es que no lo sé. La única certeza que tengo es que Moreira no quería un asunto más en los tribunales. Así nos lo dijo el 19 de julio en sus oficinas.
moisesmolinar@hotmail.com