sábado, 28 de febrero de 2009

LA X EN LA FRENTE

Moisés MOLINA

¿MUCHACHOPENDENCIERO?

Es en tiempos electorales cuando los temas de la agenda nacional se magnifican. La necesaria regulación de las precampañas trajo consigo también algunos inconvenientes. El debate previo a la jornada electoral se prolonga el tiempo que estas duran y la virulencia informativa causa sus estragos por más tiempo en la población, vote o no. La interpretación a contrario sensu de cuanto afirman los partidos, parece seguir siendo una constante, una vez más dirigen sus acciones en sentido contrario de sus dichos y la última muestra de ello la dieron a propósito del tema del momento: el narco. Es lugar común la opinión de que politizar un tema tan delicado no es bueno, compartimos la sensación de que buscar beneficio electoral del asunto no es moralmente correcto; pero al mismo tiempo participamos del juego que los partidos, por vía de sus dirigentes, protagonizan con el seguimiento cómplice de los medios de comunicación. Y es que es claro que el narco está no solamente en la agenda de los gobernantes. Pecaría de miope quien pensara que en un año electoral, los temas relacionados con la acción de los gobiernos, pueden quedar al margen de la temática de los institutos políticos. Finalmente como lo hemos reiterado en este espacio, la política es una guerra sin sangre y “en la guerra y el amor todo se vale” dice la sabiduría popular. La iniciativa la tiene que tomar, lógico es quein se ve en desventaja y el PAN ha sido el damnificado número uno de los último procesos electorales. Germán Martínez está lejos de ser un “muchacho pendenciero” y se comporta más bien como un adolescente espantado. Montar sobre los hombros del presidente de la república y los programas de gobierno el destino de su partido en la elección, no indican otra cosa. En Felipe Calderón ve una figura paternal, un guía, un mesías y no un militante panista al que hay que presentar como un igual, acaso ejemplar, ante el panismo de México. Al viejo régimen se le criticó la verticalidad en el ejercicio del poder, la omnipresencia del presidente que era a la vez jefe de su partido y el férreo control de la burocracia y la efectividad electoral partidista. El presidente operaba, por decisión propia los éxitos y los fracasos del país y al mismo tiempo, los éxitos y los fracasos de su partido. El “nuevo régimen” claramente no sufre de eso, sino de algo peor: de un vacío de poder. La falta de experiencia, de oficio y por si poco fuera, de talento e incluso carisma de Germán, hacen que el PAN no camine. Los últimos resultados electorales y las recientes encuestas son para el partido del presidente lo más cercano a la catástrofe. ¿La reacción?: el pasmo, la inacción, la inmovilidad y luego la burda y nada novedosa decisión de montarse en los programas y las acciones de gobierno que nada cuestan al PAN. Que otros partidos en los estados donde gobiernan hacen lo mismo, es innegable, pero no con semejante torpeza. Hoy vemos al PAN publicitando el apoyo azul a los programas del gobierno de calderón como si lo que se avecinara fuese un referéndum para ratificarlo en el cargo y no una elección de diputados federales. Martínez apela a la figura presidencial, a su hombre fuerte. Se le ve a Calderón como la única figura capaz de rescatar cuanto el PAN pueda rescatar. Y es natural que un partido sin estructura, sin cuadros y sin arraigo, (según se infiere de la última encuesta de Grupo Reforma) en cuatro de las cinco circunscripciones electorales en que se divide el país, quiera tener en esta elección de 2009 su propio López Obrador. La guerra contra el narco, contrario a lo que los partidos dijeron, ya es tema de agenda electoral. Al margen de los reproches del PAN y del propio Gobierno, por vía de comunicados de la SEGOB, hacia el PRI y los peculiares calificativos de la clase priista hacia el dirigente del PAN, claro está que esta guerra la encarna una persona que se llama Felipe Calderón. Las urnas nos dirán pues si este trecho de la guerra la tiene ganada o perdida. La gente siempre tiene la razón.

moisesmolinar@hotmail.com