CARTA GANADORA DEL CONCURSO “ESCRÍBELE UNA CARTA AL PRI”
LA AUSENCIA DEL PARTIDO.
Después de su solida constitución, su historia y protagonismo a lo largo de tantas décadas en la vida política tanto del Estado como del país, el Partido Revolucionario Institucional hoy en día sufre una de sus más graves crisis de ausencia e identidad. Esto se vislumbraba desde hace ya algún tiempo debido a sus cínicas irregularidades, practicas disfuncionales y antidemocráticas, las que no auguraban otro destino más que el del fracaso en las elecciones en Oaxaca del año 2010, consiguiéndose de esta forma una alternancia de partido Oficial en el poder, por un grupo de partidos políticos no afines, y la cual solo pudo lograrse aplicando la mas arcaica técnica del montonero.
Muy a pesar de todos estos factores y resultados en las elecciones pasadas, que representaron un ejercicio democrático y cívico más que ejemplar por parte de los ciudadanos, también es cierto el hecho de que en Oaxaca el PRI siga siendo la primera fuerza política, lo que se puede constatar con los 584,977 votos que obtuvo, por lo cual no debemos olvidar que existe una numerosa militancia que cree y que quiere seguir creyendo en los más altos valores y principios de nuestros estatutos partidistas; que muy a pesar de que no se tenga el poder político en la actualidad, el partido sigue siendo el vehículo de los ciudadanos para intervenir en la vida política del Estado. Por lo que debemos advertir que ya se ha pasado demasiado tiempo en la ausencia y sin que se asuma el protagonismo que el partido aun tiene, demasiado tiempo sin que se tome el lugar que la militancia requiere y exige, demasiado tiempo sin que se hagan hasta ahora las mejoras y renovaciones urgentes dentro de la estructura del partido.
Y es sin lugar a dudas esta entrada a la democracia y el nuevo roll de partido de oposición, la oportunidad que debe marcar la pauta para la renovación; y de esta forma voltear a ver los errores que se cometieron en el pasado, para poder enmendar los posibles, así como superar y aprender de los ya irremediables. Es momento de despertar de este letargo en el que se encuentra el Priismo Oaxaqueño, por lo que pongo a consideración los siguientes principios rectores para que estos puedan ser el inicio e inspiración de un cambio trascendente.
1.- Sistemas de elección democrática. Se necesita de manera urgente, implementar mecanismos que permitan que las bases de la militancia sean las que expresen su sentir y marquen el rumbo del partido en sus proyectos y decisiones, así como en la designación tanto de sus representantes internos, como de sus candidatos a cargos de elección popular, mediante el voto universal. Ya que no se puede volver a las viejas prácticas antidemocráticas en donde se tomaban las decisiones a conveniencia de unos cuantos y se realizaba la designación de candidatos de forma discrecional a raíz de pago de favores, o peor aun ofertando candidaturas y otorgándolas al mejor postor.
2.- Transparencia y Rendición de Cuentas. Así como solo en los estados con un sistema democrático puede darse la transparencia y rendición de cuentas; solo en un partido que se digne de tener principios democráticos puede encontrarse esta figura, por lo que resulta importante implementar estas prácticas más que democráticas, para así mostrarse hacia el exterior en todas y cada una de sus posiciones, decisiones y proyectos; y aunque a la fecha en el estado no exista una norma jurídica que exija esta actitud, no debemos quedar solo a lo establecido por las leyes, sino mas bien tomar la iniciativa para transparentar y rendir cuentas de lo que sucede dentro del partido, lo cual sin temor a equivocarme propiciara de nuevo la confianza de sus militantes y simpatizantes.
3.- Inclusión. Para poder ser un partido incluyente se necesita primero tener un sistema de integración adecuado, y de igual forma el generar interés como opción política atractiva para los nuevos prospectos de militantes. Todo esto se genera a través de la congruencia con que se realicen y desarrollen los planes y estrategias políticas, en estrecho apego a los principios y valores de los estatutos del partido. A este punto también se puede agregar la aclaración de que el partido político, no es por mucho un club en el que solo puede entrar un grupo selecto, y mucho menos de que permanezca su dirigencia en manos de unos cuantos por un tiempo indeterminado, por lo que que se debe fomentar la renovación de la estructura de manera paulatina, institucional y democrática, dando paso y oportunidad a las nuevas generaciones de líderes políticos, fomentando la participación de todos los sectores, dando cabida a una integración plural y activa.
4.- Revaloración de la ética partidista. Hoy en día justamente la ética se ha degradado a los ojos de los ciudadanos, los partidos políticos ya no los representan por mucho y esto se refleja en los datos alarmantes de abstencionismo. Los políticos ambiciosos han olvidado lo que su partido político representa en la estructura de la democracia oaxaqueña, y han antepuesto el interés personal antes que el de sus representados; por lo que por ahora no basta simplemente con redactar textos eficaces, mucho menos discursos elocuentes o eventos con muchos asistentes (que en la mayoría de los casos son acarreados), lo que se necesita es un cambio de actitud en la forma de hacer política, y rediseñar la ética política para que así el PRI en este momento pueda convertirse en la oposición política que Oaxaca merece, y luchar desde la congruencia y el debate y no solo desde el obstruccionismo político como otras oposiciones.
Es por ello que como militante del Partido Revolucionario Institucional hago un llamado a la democratización, a la transparencia, la inclusión y a la revaloración de la ética dentro del partido. Porque ya es suficiente de que se sigan atropellando los valores institucionales del partido sin que se haga algo al respecto; porque ya es momento de involucrarnos y no quedar al margen de las decisiones transcendentales que nos afectan día con día, porque ya es hora de llevar al partido a un nuevo estadio de prosperidad y ser nuevamente la primera opción en el estado, lo cual solo podrá lograrse con la “evolución política” del partido, y solo aquellos que creamos y queramos realizar este cambio podremos dignamente defender a nuestro partido, el Revolucionario Institucional.
MANUEL SILVA COACHE
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