viernes, 30 de septiembre de 2011

2012 ¿NUEVAS GENERACIONES Y VIEJAS GENERACIONES?

LA X EN LA FRENTE
Moisés MOLINA
2012 ¿NUEVAS GENERACIONES Y VIEJAS GENERACIONES?
La política en ocasiones vive solo en el discurso. Valoraciones impuestas al imaginario colectivo a través de las palabras y por conducto de los medios de comunicación masiva.
La Doctora María de las Nieves García Fernández en su reciente visita a Oaxaca centró sus declaraciones en algo que por su peculiaridad, atrapó mi atención: la necesidad de abrir paso a las nuevas generaciones en el ejercicio de la política. Un manejo discursivo, hasta cierto punto novedoso en políticos de la “vieja guardia”.
Alusiones han existido recientemente al tema por parte de otros personajes, pero nadie había hecho de esa idea el centro de un mensaje al electorado.
Pero no explicó la doctora qué es la juventud, ni que las nuevas generaciones. Todos lo intuimos, pero la ambigüedad engulle a la realidad. Y es entendible. Estudios han ido y venido respecto del tema y a la fecha no hay uniformidad de criterios que definan a la juventud en función de grupo de edad.
Una apreciación la tiene la ONU, otra el gobierno de nuestro país y otra partidos que como el PRI en sus estatutos, les encuadra explícitamente –pero no sin contradicción- hasta los 35 años para ser candidatos a cargos de dirigencia y de elección popular, y hasta los 29 para presidir su organización juvenil, el Frente Juvenil Revolucionario.
¿Qué es la nueva generación? ¿Rostros sin arrugas y cabezas sin canas? ¿actitud ante la acción política? ¿grupo de edad? ¿Militantes incipientes? Es precisamente de esa ambigüedad de la que convierte esta idea en una entelequia que llega hasta a confrontar a los militantes partidistas que de acuerdo a sus edades se arrogan la exclusividad del título de joven, hasta hacerlo groseramente relativo.
Pareciera que hubiera temprana juventud, juventud plena, juventud tardía y hasta “metajuventud”, y es aquí donde comienzan los desencuentros del mal llamado “sector juvenil” dentro de los partidos y especialmente dentro del PRI.
Jóvenes que para los menos jóvenes “están chamacos”; jóvenes que para los más jóvenes “ya están viejos” y jóvenes que para los adultos “están chamacos”. Las cuotas dentro del PRI –y sé que esto podrá válidamente ser cuestionado- han sido una trampa. Al menos una tercera parte de las candidaturas a cargos de dirigencia y elección popular a jóvenes de hasta 35 años es el mandato estatutario. Y ello provoca, en la vorágine de la praxis política, un límite superior a la participación de los jóvenes. Un límite que basta con cubrir. Un límite que no hay que superar. Y lastimosamente un límite que escasamente se cumple.
Los jóvenes en los partidos carecen de capacidad organizativa al nivel de los adultos. Es triste reconocer sin ingenuidad que la perversidad del aserto “Hankgonzaleano” conlleva una buena dosis de verdad.
¿Que hacer entonces ante este panorama? Algo que se antoja imposible. La promoción del trabajo político juvenil por parte de quienes detentan medios materiales de cristalización de sueños. Es día en que en este país se comience a ver a la juventud como proyecto y no como clientela, las cosas comenzarán verdaderamente a cambiar.
Rayando en la demagogia se dice siempre que la juventud es la esperanza de la patria, que es su alimento. En 2012 el electorado menor de 35 años forma parte del bono demográfico. Más que en el año 2000, los electores jóvenes tendremos la posibilidad de definir el rumbo político del país.
No sería de extrañarse pues que “la juventud” y sus exigencias de educación y empleo sean, junto con la seguridad, el gran tema de las campañas.
moisesmolinar@hotmail.com
Twitter: @MoisesMolina
Facebook: Moises Molina

No hay comentarios: