viernes, 7 de junio de 2013
@CandiGatoMorris
“El hombre es el único enemigo real que tenemos ... Eliminad
tan sólo al Hombre, y el producto de nuestro trabajo será propio ...
Todos los hombres son enemigos. Todos los animales son camaradas …”
G.Orwell
De no ser por su evidente proselitismo antipriista (aunque el candidato panista ha declarado que fue creado ex profeso por el mismo PRI para auyentar el voto útil), nada tendríamos que cuestionarle a un orwelliano personaje que, desde la capital veracruzana, ha alcanzado fama mundial.
Lejos de nacer como un esfuerzo imparcial de libre expresión, el candigato Morris, ha enderezado sus maullidos contra el candidato del PRI a la presidencia municipal de Xalapa.
Sus intenciones, sin embargo, han sido rebasadas tanto en intención como en circunscripción electoral ante el hartazgo de una sociedad ávida de símbolos contra las oligarquías en que se han convertido los partidos políticos.
El candigato Morris ha dejado de ser solo la némesis del candidato priista en Xalapa y lo ha adoptado México. El twitter y el facebook; la internet en general, niega cualquier naturaleza eminentemente local que circule por sus pasillos. Morris no es ya de Xalapa, es de México y el mundo.
Detrás de su “entrevista” (https://www.youtube.com/watch?v=k8nrOf7LJyA ) -con 75,687 visitas a la hora de redactar estas líneas-, en que por respuesta a los cuestionamientos sobre los actores políticos de Veracruz, elige tirar de la mesa cada uno de los objetos que se le presentan, subyace una respuesta parcialmente orwelliana “El político es el único enemigo real que tenemos ... Eliminad tan sólo al político, y el producto de nuestro trabajo será propio ...
Todos los políticos son enemigos. Todos los ciudadanos son camaradas …”.
El enigma de su virulencia no lo es tanto. El ingenio de sus creadores ha seducido incluso a una parte importante de quienes ni siquiera votan, pero sí opinan. Morris es candidato también de los que no votarán en esta elección y representante de los ciudadanos (no solo de los antipriistas) que están sufriendo las campañas en los 14 estados para elegir un gobernador, 441 diputados y 1,739 presidentes municipales.
No hay rincón de México donde no exista, en alguna medida, hartazgo y ojeriza contra esa entelequia llamada política encarnada en los representantes de los partidos políticos en los gobiernos; en las cámaras; y en sus comités ejecutivos nacionales, directivos estatales y municipales.
Morris es quintaesencia del escarnio. Se burla de todo y de todos: de los candidatos, de los electores y de sí mismo. Si el mexicano –como paz nos lo hizo entender- se burla de la muerte, no podemos esperar que no ironice de sí mismo convertido en un gato.
¿Por qué un gato, cuando en la genialidad de Orwell los cerdos son los más inteligentes? ¿Por qué un gato y no –en todo caso- una gata, cuando en aquella granja, sólo ella se comparaba en inteligencia a los cerdos enseñoreados? No lo sabemos. Probablemente sus creadores nunca han pasado los ojos por “Rebelión en la granja” y lejos de ser un artificio cuidadosamente engendrado, sea un destello de afortunada espontaneidad.
“A Xalapa le conviene votar por otro animal” se deja leer en su publicidad de tira cómica. ” Ante la cantidad de ratas que acechan esos puestos sólo un gato podrá poner orden. El candigato no promete nada más que el resto de los candidatos: Descansar y retozar”, remata con mordaz ironía.
A fin de cuentas no pasará mucho. Xalapa, al igual que los restantes municipios en juego terminará siendo gobernado por un vicario de la partidocracia. Por ello podrá haber dos victorias solo aparentes:
1. La victoria para Morris, que será la derrota del PRI y consiguientemente no será victoria para él, sino para quien gane la presidencia.
2. La victoria para esa otra entelequia negada por Touraine y llamada “la sociedad” que, al margen de los resultados y de quien sea el nuevo presidente municipal, encontrará en los votos obtenidos por Morris, la cuantificación de su “romántica” aspiración a emanciparse de los políticos.
¿Cuántos votos tendrá Morris en las urnas? Es la gran interrogante y no lo sabremos hasta el fin de la jornada. Pero será, indiscutiblemente la elección con mayor porcentaje de votos nulos en la historia de los comicios para una presidencia municipal.
Xalapa debe ser punto de quiebre para que los vecinos pongan sus barbas a remojar. En México vivimos una crisis de legitimidad de la representación política. Los primeros en la historia fueron los llamados al abstencionismo, a no votar; vinieron después las campañas propagandísticas en pro del voto en blanco; hoy cruzamos otro umbral de la participación ciudadana que dará para los más diversos análisis.
Imaginemos que Morris “gane” las elecciones. Un felino blanquinegro habrá echado por tierra toda la filosofía política que sobre el gobierno representativo se ha escrito. La gente habrá suplantado al ser humano como contenido último del ideal de democracia electoral, transformándola en el reino de la ficción. Alguna vez “todos” fuimos Marcos, hoy todos “somos” Morris.
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2 comentarios:
"Morris" es la prueba de que en México las cosas no andan bien. Ya Calígula nombro cónsul a su caballo y en el antiguo Egipto los mininos ya eran sagrados, ¿Y los hombres y las mujeres, en qué término nos hemos puesto? Los ciudadanos ya estamos hartos del pan (migaja) y circo (simulación) que nuestros políticos, esos quienes hacen que nos representan, nos dan cada día. En México tenemos una fuerte inclinación a pensar que las cosas están bien, a creer que las arreglamos, a suponer que el de enfrente "vive mejor"; lo que hace falta es un transformación profunda que de verdad nos lleve al progreso y no a las aguas negras en donde nos vemos sumergidos. Es pues, un gato el que nos representa, en México ya estamos cansados de las “ratas cínicas” que protagonizan escándalos, que lejos de representarnos nos avergüenzan con su falta de competencia. Ojalá que exista pronto un Morris humano.
Su genialidad no conoce límites Licenciado Molina, ¡Van abrazos de su fiel lectora hidrocálida, Iris Cardona!
"Morris" es la prueba de que en México las cosas no andan bien. Ya Calígula nombro cónsul a su caballo y en el antiguo Egipto los mininos ya eran sagrados, ¿Y los hombres y las mujeres, en qué término nos hemos puesto? Los ciudadanos ya estamos hartos del pan (migaja) y circo (simulación) que nuestros políticos, esos quienes hacen que nos representan, nos dan cada día. En México tenemos una fuerte inclinación a pensar que las cosas están bien, a creer que las arreglamos, a suponer que el de enfrente "vive mejor"; lo que hace falta es un transformación profunda que de verdad nos lleve al progreso y no a las aguas negras en donde nos vemos sumergidos. Es pues, un gato el que nos representa, en México ya estamos cansados de las “ratas cínicas” que protagonizan escándalos, que lejos de representarnos nos avergüenzan con su falta de competencia. Ojalá que exista pronto un Morris humano.
Su genialidad no conoce límites Licenciado Molina, ¡Van abrazos de su fiel lectora hidrocálida, Iris Cardona!
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